¿A quién amamos?

El amor y los tipos de personalidad.



En la Navidad de 2004, el equipo de dirección del mayor portal online de citas, Match.com, mantuvo una reunión con la prestigiosa antropóloga norteamericana Helen Fisher. Le formularon la siguiente pregunta: ¿por qué uno se enamora de una persona y no de otra? Ese fue el comienzo de un interesante periplo de dos años que la llevó a investigar sobre el tema y a alcanzar conclusiones realmente interesantes.

Hasta aquel momento la psicología había conseguido determinar que hombres y mujeres tendían a enamorarse de individuos de su mismo entorno étnico y socioeconómico, o de similiar nivel de inteligencia, educación y atractivo físico, o de individuos con quienes compartían culto y valores políticos y sociales; y también con aquellos con similar sentido del humor.

Además, también se sabe que los humanos nos enamoramos en el momento propicio para ello (sí, lees bien; hay momentos "propicios"); a menudo lo hacemos con alguien que vive o trabaja cerca nuestro; tendemos a enamorarnos de alguien que nos da cosas que necesitamos, y también a veces, nos enamoramos de alguien que está enamorado de nosotros. Sin embargo, cómo se emparejan dos personalidades era una incógnita ya que la gente no muestra una preferencia uniforme por lo que es similar -ni por lo contrario- en términos de personalidad.

Aún así, la personalidad del hombre o de la mujer que elijamos como compañero de viaje condiciona -incluso podríamos decir que hasta cierto punto determina- aspectos fundamentales de nuestra vida: las conversaciones matutinas a la hora del desayuno, las amistades, las reuniones familiares, cómo eduquemos a nuestros hijos, dónde vivimos... Todas cuestiones importantes derivadas de una sola elección: él -o ella-. Una decisión quizás demasiado importante como para que la evolución la haya abandonado al capricho humano, dice la Dra. Fisher en su libro "Why Him? Why Her? Finding Real Love by Understanding Your Personality Type"(1).

La propuesta de los directivos de Match.com -que les ayudara a desarrollar otro portal, Chemistry.com, destinado a personas interesadas en relaciones a largo plazo- le estaba dando la posibilidad de aplicar conocimientos del campo de la neurociencia a la cuestión esencial de a quién amamos, y eventualmente, de ayudar a la gente a encontrar a su compañero/a ideal.

Éstos fueron los orígenes del llamado "Test de Personalidad" que la Dra. Helen Fisher desarrolló.

Tras estrenarse online en Febrero de 2006, en cuatro años ha sido completado por alrededor de cinco millones de estadounidenses y dos millones de personas de otros treinta y dos países. La información estadística recogida a través de las respuestas de una muestra de 32.913 miembros anónimos de Chemistry.com así como investigaciones en genética, neurociencia, antropología, psicología y otros disciplinas, forman la base de los cuatro tipos de personalidad definidos por la Dra. Fisher a los que ha bautizado como: Exploradores, Constructores, Directores y Negociadores.

La biología de la personalidad.

En la actualidad, los científicos creen que alrededor del cincuenta por ciento de las variaciones en la personalidad humana están asociadas a factores genéticos. Desde hace tiempo se sabe que determinados rasgos o características de la personalidad están asociaciados a ciertos genes de determinados sistemas químicos del organismo como la dopamina, la testosterona y el estrógeno. Es más, se sabe que ciertos grupos de genes actúan simultáneamente dando lugar a síndromes de comportamiento. Por ejemplo, alguien predispuesto a ser una persona tradicional, normalmente también sería leal, cuidadosa, respetuosa de la autoridad y tendería a ser planificada y a cumplir los plazos estipulados. De la combinación de estos descubrimientos científicos, nace una clasificación básica de cuatro tipos de personalidad, de las cuales cada ser humano muestra una combinación única en la que por lo general predomina un tipo específico, que es, según la Dra. Fisher, el que dirige nuestra búsqueda de compañero o compañera sentimental. Veamos cómo son esos tipos.

El Explorador
Vivir la vida a fondo.

  • Propenso a buscar siempre lo novedoso.
  • Dispuesto a correr riesgos.
  • Es espontáneo.
  • Tiene mucha energía.
  • Es curioso, creativo, y optimista.
  • Tiene gran flexibilidad mental.

El Constructor
Un pilar de la sociedad.

  • Es tranquilo, social y cuidadoso (pero no temeroso).
  • Persistente.
  • Leal.
  • Afecto a las reglas, los hechos y el orden.
  • Tiene facilidad para desarrollar y dirigir redes sociales.
  • Los constructores son los guardianes de las tradiciones.

El Director
Siempre hacia el estrellas.

  • Directo, decidido y analítico.
  • Lógico, exacto y emocionalmente contenido.
  • Tiene facilidad para ir al grano y para diseñar estrategias.
  • Suele ser bueno para descifrar cómo funcionan las cosas, especialmente máquinas, fórmulas matemáticas u otros sistemas basados en reglas.

El Negociador
El gran filósofo.

  • Es capaz de ver el "gran cuadro" (de conectar hechos dispersos y pensar de forma contextual y completa).
  • Imaginativo e intuitivo.
  • Compasivo, con gran flexibilidad mental y agradable en el trato.
  • Idealista y altruísta.
  • Expresa sus emociones, no las contiene ni las disimula.
  • Tiene grandes dotes para la comunicación social, especialmente la verbal.

El amor: ¿a quién elegimos?

Estoy segura de que llegados a este punto ya habrás podido identificar a grosso modo cuál es tu tipo de personalidad dominante, y cuál otro le sigue de cerca, pisándole los talones al primero. Pero ¿cómo casa todo ésto con el tema de los polos opuestos que según algunos se atraen y según otros -entre los cuales me incluyo- no sólo no se atraen, sino se rechazan?

Buscando ver de qué manera los tipos de personalidad dominante nos influyen a la hora de elegir compañero sentimental, la Dra. Fisher diseñó un segundo estudio analizando los datos estadísticos de 28.128 miembros anónimos heterosexuales del portal Chemistry.com. Examinó a qué tipo de personalidad correspondían aquellas personas con quienes elegían tener una cita. Es decir, a quiénes elegían conocer. ¿Y sabes qué descubrió? Pues, entre otras varias cosas realmente apasionantes, que quienes afirman que los opuestos se atraen, están en lo cierto...

¡Y quienes afirman lo contrario, también!

El estudio sobre la elección de compañero (Mate Choice Study) arrojó las siguientes conclusiones:

  • Los Exploradores eligen a otros Exploradores, es decir a personas con muchos rasgos de personalidad similares a los suyos.
  • Los Constructores eligen a otros Constructores.
  • Los Directores, en cambio, se inclinan más hacia los Negociadores, y éstos hacia los Directores. Es decir que Directores y Negociadores gravitan más hacia la elección de personas con temperamento complementario, no similar.

¿Interesante, a que sí?

A modo de anécdota te diré que en mi caso veía dos tipos dominantes -y no uno-. Me parecía tan raro que hice el famoso test de tipo de personalidad al que me he referido en párrafos anteriores ¡y se confirmó el empate! Soy Constructor y Director a partes iguales, lo cual explica por qué aunque Dakota, el protagonista de Princesa, es mi creación literaria y un personaje que me encanta, en la vida real con un hombre así yo no me iría ni a tomar un café; él es un Explorador de los pies a la cabeza... Tenía una explicación ¿lo ves? :)


(1)Helen Fisher. Why Him? Why Her? Finding Real Love by Understanding Your Personality Type. 2009. Henry Holt & Co.


© 2010. Patricia Sutherland.