by Jera Romance
(España)
Natalia de Arte Literario, dice de Harley R.:
Tengo muchas cosas que decir de esta novela y no sé por dónde empezar, así que vamos a ir al clásico de empezar por el principio y hablar de la evolución tanto en la historia como en mis sensaciones leyéndola. Empecé Harley R. con ilusión porque la anterior novela de la autora, Princesa, me gustó bastante. Además, tenía ganas de leer una novela puramente romántica, en la que lo que prevaleciera fuera una historia entre un hombre y una mujer que se enamoran paso a paso. No quería grandes misterios ni situaciones enrevesadas, quería líos amorosos, dificultades para estar juntos, malos rollos y muchos, muchos besos. Y eso es lo que me he encontrado en esta historia, así que mis expectativas se han visto cumplidas y mis ansias románticas, más que satisfechas.
Empiezo Harley R y me encuentro con unos personajes ya conocidos: Tess y Dakota, la pareja protagonista de Princesa, cuya relación sigue viento en popa. Ella me gusta, él no tanto, aunque no porque no me guste su personaje, sino porque ese tipo de hombres no me va. No obstante, debo decir (y lo digo ya para que no se me olvide) que el personaje de Dakota me sorprende, porque está perfectamente construido, porque es muy creíble y porque es alucinante. Muchas veces me he planteado si una mujer es capaz de crear una historia con un personaje masculino protagonista totalmente creíble. Pues Patricia Sutherland me lo ha confirmado: Dakota es borde, es frío, es malhablado, tiene una personalidad muy masculina y muy marcada, y yo me lo he creído por completo. He de admitir que me he divertido con sus apariciones en esta novela. Por otra parte tenemos a Evel y a Abby, protagonistas de esta trama. A Abby la he detestado a lo largo de la primera mitad de la novela; es creída, prepotente, estúpida, irritante. Me ha caído como una patada en el culo, hablando mal y pronto. Y es que se pasa medio libro chuleando de lo guapa que es y de lo que triunfa con los hombres (a pesar de sus constantes quejas por no encontrar al amor de su vida) y con Evel se equivoca mucho. No obstante, hay en ella una evolución muy notable. Abby es una al principio de la novela y otra totalmente distinta al final, y eso me ha gustado, ha hecho que me reconcilie con el personaje y que acabe tomándole cariño. Evel, por su parte, me ha gustado mucho. Si decía que Dakota no es el tipo de hombre que me llama la atención, Evel sí que lo es: atento, cariñoso, protector, buenazo. Se lleva el diez, sin duda alguna, porque además de todos esos calificativos buenos tiene otros tantos de chico duro; es motorista y tiene su lado demonio, como dice Abby.
Con la historia también ha habido una evolución muy marcada. Yo la he leído muy lentamente porque la situación no me permitía leer todo lo que quisiera, por lo que la he saboreado y paladeado. Aquí me ha pasado algo similar que con la protagonista: la primera mitad se me ha hecho un poco pesada y la segunda me ha encantado. Y es que considero que el libro es muy largo, que hay muchas páginas de más. La primera parte se me ha hecho a veces pesada y repetitiva, pero una vez que Abby empieza a trabajar en el taller la cosa cambió y me enganché a las páginas de Harley R. como nadie. Es a partir de la mitad del libro, a partir de que empieza la trama romántica, que la novela mejora mucho. Y es esta parte la que he disfrutado como una tonta enamorada del amor. La relación de Evel y Abby me ha resultado preciosa, he sufrido mucho con algunas partes y me he emocionado como la que más con otras. A Sutherland se le da bien escribir sobre amor y crear momentos únicos y conversaciones emocionantes. Y otras desternillantes, todo hay que decirlo, porque ha habido partes en las que aparecen Amelia y Richard Gibb con las que me he partido de risa y, como ya he dicho, otras tantas con Dakota.
Harley R. es una historia muy romántica y sensual que te cuenta cómo va surgiendo el amor entre dos personas con el corazón destrozado. Empieza flojita para ir evolucionando poco a poco hasta desembocar en una explosión de sensaciones que te enternecen el corazón y te dejan una sonrisa en los labios.
Natalia. Blog Arte Literario.
www.arteliterario.com
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